NUESTRA HISTORIA
CÓMO LLEGAMOS AQUÍ
En una búsqueda a lo largo de la costa caribeña de la Península de Yucatán, Don Pablo Bush Romero llegó en barco desde Cozumel. Venía en busca de tesoros hundidos del naufragio del galeón español, El Matancero. Su expedición encontró el naufragio, localizado a la salida de la costa de lo que es ahora la playa Aventuras DIF, al sur de Akumal.
Don Pablo hizo un campamento en Akumal (en maya, “el lugar de las tortugas”) al norte del dónde se encontraba el naufragio, que en ese tiempo era una plantación de cocoteros a cargo de la familia Tun.
Cuando Don Pablo se dió cuenta de que Akumal era el destino turístico ideal, compró la plantación y las propiedades al norte de esta misma, y al sur de Xel-Há. Una vez que se empezó a desarrollar Akumal, con la ayuda de sus amigos, creó el Club de Yates Akumal. El cual, por cierto, no tenía yates y comprendía una superficie de 4 hectáreas.
Al percatarse de que el desarrollo turístico de Cancún estaba creciendo a lo largo de la costa, se tomó una decisión unánime para proteger el potencial destino turístico de Akumal. Es así como en 1993 se creó el Centro Ukana I Akumal, A.C., Centro Ecológico Akumal (CEA), mediante un fideicomiso y de la donación de la propiedad del anterior Club de Yates, como una manera de generar fondos y proveer iinfraestructura para iniciativas ambientales con el fin de proteger la costa, los ecosistemas y la biodiversidad de Akumal.
CÓMO TRABAJAMOS HOY EN DÍA
La infraestructura, su mantenimiento, gastos generales y las operaciones administrativas de la organización están cubiertas mediante el uso de la propiedad. De manera complementaria, las membresías de los asociados, donaciones, y subvenciones permiten al CEA dedicar fondos para cubrir gastos relacionados con sus programas específicos de conservación.
También dependemos de los voluntarios, estudiantes, y colaboraciones para llevar a cabo nuestro trabajo.